martes, 30 de marzo de 2010

Escultura del Renacimiento Español

Las ideas y formas escultóricas delRenacimiento italiano penetraron en España con los artistas florentinos que fueron a trabajar a la corte española durante el Siglo XV, y siguieron extendiéndose con la obra de artistas de varias nacionalidades y de algunos españoles que aprendieron en Italia desde los últimos años de dicho siglo. Sin embargo, el nuevo estilo no logró implantarse con firmeza hasta el advenimiento del Rey Carlos I de España al trono, a principios del siglo XVI.

La escultura renacentista se hizo presente a través de tres vías distintas: Escultores italianos mandados llamar por los mecenas y que realizaron sus obras en España; obras importadas, procedentes de los talleres italianos; primera generación de artistas españoles. En el primer grupo se encuentran los escultores Domenico Fancelli, Pietro Torrigiano y Jacopo Florentino, también llamado el Indaco.

Las caracteristicas generales de las esculturas renacentistas españolas son las siguientes:

Se desarrolló la escultura renacentista española en los géneros de sepulcros, sillerías de coro, imaginería y retablos, en escultura aplicada a la arquitectura y el retrato en círculos de la nobleza. Se combinó el antiguo estilo gótico con el nuevo Renacimiento venido de tierras de Italia, aunque sin la introducción del tema mitológico y mostrando en sus esculturas más los sentimientos anímicos que la belleza formal que daban los escultores italianos.

La piedra fue uno de los materiales empleados más habituales en las fachadas, con un amplio repertorio ornamental de guirnarlas de frutos y follajes,volutas, medallones y grutescos. El mármoly el bronce se utilizaron para obras exclusivas de los grandes comitentes. El material más trabajado y más representativo en el renacimiento español fue la madera con acabado de policromía, cuyo proceso es el de dorado y estofado. Se recubrían con panes de oro las imágenes y los retablos que, aunque encarecían el coste de las obras, lograban un acabado rico y llamativo que se completaba con la aplicación de pintura de color con el que se conseguía el parecido a diversas telas en las vestiduras; en las partes del cuerpo descubierto se aplicaba la «encarnación», consiguiendo un color similar al de la carne. Algunos retablos se hicieron en madera blanca, es decir, madera sin pintar, encerada o barnizada lo mismo que las sillerías de los coros.

Alonso Berruguete: San Sebastián
En esta representacion se contempla a cristo atado a un tronco de un árbol sobre el que el cuerpo se contorsiona.
Se observa el movimiento de los ropajes y la tensión muscular, sin olvidarnos a su vez del sufrimiento que transmite la obra.
Esta realizado en bloque de piedra tallado y tratado mediante la tecnica del esgrafiado y el estofato.
Berruguete hacia las figuras con un canon de proporciones alargado y con posturas inestables como se observa en la figura de san sebastian.
El cuerpo representa una especie de "S" llamada curva serpentinata tipica manierista.

El rostro, como hemos mencionado expresa dolor, y los ojos aparecen desorbitados con formas angulosas.
La figura en sí rompe la frontalidad completamente.



Alonso Berruguete: Sacrificio de Isaac


Procedente del retablo de San Benito, este grupo constituye un singular exponente de la formulación de los conceptos manieristas aplicados a la escultura con fines devocionales. La gran expresividad de las figuras, sus formas y proporciones estilizadas, y los mecanismos emocionales enfatizados por el uso de la policromía, caracterizan la producción de Alonso de Berruguete donde se combinan, de forma dramática, las más refinadas licencias de manierismo con unas actitudes patéticas, consonantes con los valores más expresivos de la tradición goticista.

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